1 – En el año 2015 se registró el mayor porcentaje de ventas desde 1989
Según la Federación Internacional de la Industria Fonográfica, en 2014 por primera vez, la industria musical en el mundo registró el mismo porcentaje de ganancias por las ventas físicas y las digitales, el cual fue del 46%. Dentro de las ventas físicas, dominadas por el CD, el vinilo significó sólo el 2% de las ganancias. Sin embargo, dentro de su nicho la venta de acetatos registró un crecimiento del 52%. Según la Recording Industry Association of America, la asociación responsable de certificar las ventas de álbumes en Estados Unidos, en 2014, en ese país se vendieron 13 millones de vinilos y para este año se especula una cifra superior ya que, en el primer semestre del 2015, los números alcanzaron los 9 millones. Si esto se mantiene, suponemos que para el final de año las ventas en Estados Unidos alcanzarán los 18 millones. También esta asociación afirma que la mayoría de las personas que consumen vinilos son menores de 25 años.
2 – Las fábricas de vinilo no dan abasto
Es indudable que la cultura del vinilo está en crecimiento, en el último año, el interés por el acetato como nicho de mercado generó un incremento del 50% en sus ventas, una demanda que no es alta en relación con el resto de los formatos predilectos por la industria, pero que sí representa una oportunidad comercial para un cierto sector dedicado a reeditar y editar álbumes en este formato. El problema que representa la producción del vinilo frente a la demanda es que existen pocas fábricas capaces de prensar estos álbumes. Según un artículo del New York Times, apenas hay unas cuantas docenas de estás fábricas en el mundo y sus máquinas son de los años 70. Según Pitchfork, en Estados Unidos hay escasas 20 prensadoras activas. Además, el proceso es lento, se requieren materiales costosos y escasos, y si se daña algún aparato su reparación es complicada porque porque hay pocos especialistas que saben como volver a echarlo a andar. La demanda crece debido al interés que tienen las grandes disqueras por reeditar álbumes en este formato, lo cual ha causado que prensar vinilos se convierta en un proceso aún más lento para los proyectos independientes, para quienes prensar su álbum en vinilo puede llegar a tardar hasta seis meses de espera.
3 – Se puede grabar un disco sobre casi cualquier material
Una solución a los problemas de contaminación puede ser buscar nuevos materiales para el soporte, algo que es posible gracias a que el proceso de grabación análogo consiste en hacer un registro de las ondas sonoras, que se imprimen en forma de surcos sobre una superficie plana. Este proceso es tan mecánico que hace posible grabar el sonido casi sobre cualquier material. Por ejemplo, desde los 60 se han usado los flexidiscos que en aquel entonces, servían para para promocionar sencillos y en general venían como regalos en las revistas de música, estos están hechos de una fina lámina de plástico que se puede doblar. Actualmente, gracias a la tecnología láser también se puede imprimir música sobre placas de madera, acrílico, papel, o hasta cajas de pizza. Incluso, hace poco el sello Rapture Records experimentó con una tortilla de maíz, demostrando que es posible grabar y reproducir música en casi cualquier cosa. Pero lo más insolito de todo, fue el disco de hielo que inventó la banda Sueca Shout Out Louds para promocionar su álbum Blue Ice. Todo esto sin olvidar el famoso disco de oro que fue enviado al espacio dentro de la sonda Voyager y que incluye saludos hechos en más de 50 idiomas, sonidos de la tierra, música y un sonido que reproduce las ondas cerebrales de la escritora estadounidense Ann Druyan.
4 – No sólo las tornamesas reproducen vinilos
Mucha gente cree que un vinilo sólo se puede reproducir de forma portátil usando un gramófono de manila, pero están equivocados. Los surcos del vinilo son una impresión del sonido que queda grabada en el PVC, y forma unos caminos que literalmente están hechos de ondas sonoras. Lo que hacen las agujas interpretar los surcos y seguir esos caminos transformándolos a una frecuencia magnética que reproduce la música. Esto es pura física y es un proceso tan mecánico y tangible que inclusive un acetato puede ser reproducido usando sólo una aguja de coser y una hoja de papel. En los 70 llegó fue muy popular un invento japonés llamado Vinyl Killer o Soundwagon, una pequeña réplica a escala de camioneta Volkswagen que funciona con una pila de 9 voltios y tiene una aguja en la base, este juguete recorre las pistas del disco y reproduce la música. En Japón también se inventó un reproductor de vinilo que no usa una aguja sino un láser, la misma tecnología que reproduce un CD.
5 -La industria de la música electrónica es la que más le ha apuntado a los vinilos
Según la base de datos de Discogs, el mayor referente de vinilos de Internet, la música electrónica ocupa el segundo lugar en su catálogo con 1.127,267 ejemplares, justo después del rock que tiene 1.189,334. La diferencia no es tan amplia, teniendo en cuenta que el rock es popular desde los 50 y la electrónica desde principios de los 80. El estilo de la electrónica que más vinilos tiene registrados en Discogs es el house con 233,296. Pero sin duda, la cifra que demuestra el empuje de la música electrónica, son los 359,107 acetatos que se lanzaron entre 2000 y 2010, en cambio en ese periodo el rock tuvo 120,028. Estos números se dan gracias a que existe un nicho de sellos de música electrónica que se han dedicado a seguir produciendo vinilos. Una iniciativa que no es muy rentable, pero que apuesta por es uso de este formato como porpuesta estética y a veces política. En Colombia hay por lo menos diez sellos de electrónica editando vinilos, entre los que se destacan Low To High Records y Woods N’ Bass Records.